¡¡El doble de chicas, el doble de armas!!
Para Mikura, el peligro es una rutina y matar es como respirar. Ceñida y sexy, nació con una pistola en cada mano y una sonrisa en la cara. Es especialista en el riesgo, pero las cosas se complican un poco cuando su grupo asume un trabajo de secuestro.
El objetivo es un millonario dueño de un equipo de béisbol llamado Momokichi, pero resulta ser el jefe de una banda clandestina muy poderosa. Mikura y sus colegas son acosados por incontables guardaespaldas armados hasta los dientes y la depravada hija de Momokichi, Momomi.
Ella solía ir por su cuenta, y con una puntería de clase mundial, será el rival perfecto para Mikura.